Archivo de la categoría: 20 Argentina

La Quebrada de Humahuaca, el lejano noroeste argentino


el paraíso geológico de la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy

el paraíso geológico de la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy


El noroeste argentino suele quedar lejos, a nivel geográfico y cultural. No conocía a nadie que viviese por ahí. Nunca había ido ni me había acercado lo más mínimo. Los viajeros que hacen Argentina rápido no suelen incluirlo en su TOP3 de imprescindibles (Buenos Aires, Patagonia, Iguazú). Pero esta vez era diferente. Dos meses y medio por Buenos Aires, con escapadas a la costa (Gesell y Pinamar) y a La Cumbre (con paradas en Córdoba y Rosario). Visita posterior a las Cataratas y, tras atravesar Paraguay, tercera entrada a Argentina en el mismo viaje. En esta ocasión para visitar Salta y Jujuy, el lejano noroeste, la versión andina del país donde nací. Una región con fuerte historia precolombina en la que se respira la autenticidad de un pueblo arraigado a su tierra a pesar de incas, españoles y argentinos. Desde hace menos de diez años es destino de mochileros, viajeros, geólogos. Y doy fe de que la Quebrada de Humahuaca es de lo más especial y diferente que he visto en todo el viaje. Empezando por sus marcianas formaciones montañosas. La arquitectura colonial de Salta y el charm de sus calles y plazas. Las carreteras rodeadas de paisaje árido de Jujuy. El pueblo de Purmamarca y su fotogénico Cerro de los Siete Colores. Tilcara, su superhostel Malka con vistas y la Peña de Carlitos en la que comerse una milanesas, algún plato con quinoa o unas empanadas salteñas y tomarse una cerveza Salta disfrutando de música regional en vivo. El remoto pueblo de Iruya, perdido entres las montañas sobrevoladas por cóndores. Y Humahuaca con sus polvorientas y pintorescas calles alrededor de las vías abandonadas cuando se empezó a abandonar hace más de tres décadas el tren y casi todo lo demás en este gran país que tocó fondo hace diez años con la famosa crisis financiera del corralito y parece que desde entonces se ha vuelto a encarrilar en el tren del progreso sudamericano. Un camino incierto y apasionante en el que Argentina va colocando las vías frente a la locomotora sin seguir ninguna hoja de ruta de exportación. Y donde parece que ahora cuentan todos, incluso los menos blancos que viven en estas zonas más remotas. Un país joven y orgulloso, de pasado tormentoso, presente ilusionante y futuro esperanzador.
en este kiosko de Salta venden todo tipo de vicios y también una planta que se usa contra el mal de altura

en este kiosko de Salta venden todo tipo de vicios y también una planta que se usa contra el mal de altura

las Cataratas del Iguazú, el espectáculo de agua dulce más conmovedor de la Tierra


BR1 remojado por las aguas de las Cataratas de Iguaçu, lado brasileño

BR1 remojado por las aguas de las Cataratas de Iguaçu, lado brasileño

Tenía ganas de superlativos. Y también de mojarme con una opinión como la del titular como me mojé viendo el agua caer por la impresionante Garganta del Diablo de las Cataratas del Iguazú. El primer día fuimos del lado brasileño desde el que se ven las cascadas en perspectiva, la foto completa. Y además de cambiar nuestro humor radicalmente aquel día, de «más o menos» a «euforia», descubrimos que los arco iris que se forman en el aire cuando hay agua y sol en determinado ángulo pueden llegar a ser circulares! Nadie me lo enseñó en la escuela!! Así que los arcoiris pueden ser «círculo iris», completo! Los 360 grados del círculo perfecto de un arco iris dibujado ante nuestras narices (mojadas), entre la gran cascada y nosotros. Uno no para de ver cosas nuevas, aunque lleve 16 meses de viaje, oiga. Para asimilar tanta belleza y que no nos diera un ataque del Síndrome de Stendhal nos dimos un día de descanso. Fue en el que aprovechamos para visitar el Parque das Aves en Foz do Iguaçu, todavía en el lado brasileño. Aves tropicales de todos los colores y reptiles de generosos tamaños y contrastada ferocidad te recordaban que estás en una zona donde la naturaleza aún es mayor que la civilización (y que dure). Ni con mi camiseta tuticolori comprada en Córdoba, Argentina, pude igualar la exuberancia cromática del tucán. Ahora sí, tocaba ver de cerca esta maravilla natural de fama universal, las cataratas del lado argentino que ahora están entre las 28 nominaciones a convertirse en una de las Nuevas 7 Maravillas Naturales del planeta. Estoy convencido que el 11/11/11, fecha en que se sabrá el resultado de las votaciones, Iguazú estará ahí en el TOP 7. Y si no, no importa. Son increibles y punto. Nunca he visto nada igual. Millones de litros de agua dulce en caída libre, entre rocas y abundante vegetación. Contundente, bello y tranquilo al mismo tiempo, porque pocos metros antes de caer, el río Iguazú parece una balsa y tras la poderosa caída de agua, todo vuelve a su cauce con sorprendente facilidad. Podría cerrar ahora este post del con una metáfora que comparase el fluir del agua de Iguazú con la vida y sus diferentes estadios, pero lo maravilloso de la lectura es que activa la imaginación del lector, así que cada cuál se haga su imagen y me ahorre la cursilería, yo ya tengo mi imagen y mi sensación, y os aseguro que son superlativas.
BR1 intentando hablar el idioma del tucán, que no es el guaraní sino el tuticolori

BR1 intentando hablar el idioma del tucán, que no es el guaraní sino el tuticolori

Uruguay, un país tranquilo


contraluz de un banco al atardecer en el muelle de Colonia

contraluz de un banco al atardecer en el muelle de Colonia


Tras dos meses y medio en Argentina volviendo a las raíces, llegó el momento de hacer la mochila y ponerse en marcha de nuevo. La llamada del camino otra vez. En esta ocasión los bultos son más y los kilos que arrastro casi el doble que la última vez que ejercí de mochilero puro, en Asia. Mal. Por qué? Bueno, por un lado me aburguesé un poco en Oceanía viajando en coches de alquiler. Y por otro, al perder durante un mes mi equipaje en algún lugar entre Auckland y Buenos Aires, me compré algo de ropa, más toda la que me dio mi padre que ya no usa se sumó a toda la mía cuando volvió a aparecer mi mochila en Nueva Zelanda. Todo eso sumado al hecho de vivir cómodamente en el apartamento de Jorge, me hizo olvidar lo importante que es viajar ligero. Y claro, ahora voy cargado como un burro. Con mochilón, mochila y swag parezco una feria ambulante. No worries, ya me iré desprendiendo de cosas durante los próximos días. Si no, soy un burro de verdad. Para compensar tanto tiempo en una gran ciudad como Buenos Aires, qué mejor que cruzar el Río de la Plata para encontrarse con la serenidad uruguaya. Primera parada, Colonia. Belleza atemporal. Clase. Un hermoso rincón Patrimonio de la Humanidad. El casco antiguo es una maravilla arquitectónica que recuerda a algunos rincones de Catalunya o de la Toscana. De Colonia de Sacramento a Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, un país de poco más de tres millones de habitantes. El barrio elegido para alojarse un par de noches es el Palermo negro, el de las calles que todo los domingos al caer la noche se llenan del ritmo afrouruguayo del candombe. Hipnótico y poderoso. Unos tambores que nos remiten al origen de la humanidad en el continente negro. Todos salimos de África, no muy lejos de la actual Etiopía. Todos. Los chinos, los esquimales, los argentinos rubios, las irlndesas pelirrojas, los vikingos, los vascos con RH negativo, los judíos, los palestinos y hasta la raza aria (si existe). Todos somos uno. Y cada tarde de domingo los tambores del candombe que resuenan en el Palermo negro de Montevideo nos invitan a recordarlo, a sentirlo y a celebrarlo.
si su vida va demasiado deprisa, pare, respire hondo y disfrute

si su vida va demasiado deprisa, pare, respire hondo y disfrute

estreno de la nueva temporada de KM33


Diego, viste como crece la leyenda de Lionel?

Diego, viste como crece la leyenda de Lionel?

Justo ayer estuve celebrando mis dos messis en Argentina 🙂 en el bar Crónico de Palermo Viejo, en la calle Borges justo al lado de la placita Serrano o Cortázar (nombre que cambia en función del mapa en el que se mire o de quién le indique a uno). Todos los ahí presentes, independientemente de su acento (catalán, español, argentino, francés, alemán…) apoyando al Barça, pero no como sugiere la caricatura humana de Jose «Conspiranoia» Mourinho, sino disfrutando de la belleza del espectáculo que ofrece uno de los mejores equipos de fútbol de la historia. La vuelta en el Camp Nou la intentaré ir a ver al Casal Català de Buenos aires… o quizá repita «estadio», ya veremos. Tu que fas, Sergi? Otra alegría me llega en paralelo desde el KM33, ya se estrenó la nueva temporada y la respuesta de la gente está siendo muy buena! Aquí podéis ver el capítulo de presentación en el que aprecen varios minutos de cada viaje: Las Vegas / Gran Canyon, Islandia… y los minutos finales dedicados a Vietnam, en los que un servidor con gorra de paja, bañador y, a veces camiseta, se pasea por la isla de Cham, Vietnam, justo en frente de Hoi An. Muy pronto el estreno del capítulo íntegro de Vietnam. Será el 10 de mayo en el 33. Y por suerte no coincidirá de fecha con la Champions!

Sant Jordi en la capital mundial del libro


BR1 leyéndole unos pasajes de Sun Tzu a Mafalda en San Telmo

BR1 leyéndole unos pasajes de Sun Tzu a Mafalda en San Telmo


Casi dos meses en Argentina, el doble de lo máximo que había llegado a estar en mi país natal desde 1976. El primer mes fue un poco raro, tras un año viajando por el mundo a mi aire, inmersión total en mis orígenes y familia. No solo compartiendo con mis más de treinta familiares, sino también conviviendo con mis padres. Un par de semanas con Enrique y Aurora, durmiendo en el sillón de su apartamento del barrio de Palermo y otro tanto con mi madre en el piso de Jorge de la Plaza Italia. Mucho afecto, charlas profundas, sentimientos y discrepancias. Lo normal con la familia. Uno la quiere, pero la vida lo ha acostumbrado a vivirla en dósis de menor concentración. Remover el pasado, reconcentrar el presente y desconocer el futuro me provocó cierto desgaste emocional el primer mes. Aún y así disfruté de grandes momentos. En lo de Flori y Fito compartiendo unos mates y una pizzas caseras con Fiona, Violeta, Daniela, Mauro, Analía, Mara, Fidel y Camilo. O yendo con mi madre a La Cumbre, a lo de Fer y Diana, y después recorriendo por mi cuenta Córdoba y Rosario. O practicando Tai Chi con Marta y Gladis en la plaza de Turdera tras haber pasado un par de fines de semana en Llavallol con ellas y Eduardo, Leo, Sole y sus dos peques. El segundo mes ha sido un poco más relajado, paseando tranquilamente por Buenos Aires con Anja que nunca había estado en este continente. Y algún otro evento familiar como el Pesaj en lo de Sandra del pasado lunes. Muy cálido y agradable. No, si al final uno también disfruta sus lazos y sus pertenencias. Y ahora es cuando llega Sant Jordi lejos de mi otra casa. Pero Buenos Aires, capital mundial del libro -con permiso de París-, estos días es una fiesta para los amantes de la literatura. A sus ya espectaculares niveles de librerías (me encanta El Pasaje de la calle Thames, increíble El Ateneo en Santa Fe casi esquina con Callao) ahora se suma la 37ª Feria del Libro en el recinto de La Rural, un encuentro masivo que atrae a miles y miles de personas al apasionante mundo del negro sobre blanco. Al parecer la humanidad tiene algunos signos de recuperación. No todo está perdido amigos.
la albiceleste ondeando el Día Nacional de la Memoria para que nunca se repita un golpe de Estado como el de hace 35 años

la albiceleste ondeando el Día Nacional de la Memoria para que nunca se repita un golpe de Estado como el de hace 35 años

Buenos Aires, retorno al principio


BR1 en la Avenida 9 de Julio, con el Obelisco de fondo

BR1 en la Avenida 9 de Julio, con el Obelisco de fondo


Nací en esta ciudad en 1972. Mis padres se tuvieron que ir de Argentina cuatro años después, conmigo a cuestas. No estaban de acuerdo con el sistema y expresaron su discrepancia de forma violenta. Las represalias fueron brutales. 30.000 compañeros de la generación de mis padres fueron eliminados (los mataron) y nosecuantos más tuvieron que exiliarse a otros países. Este traumático capítulo de la historia reciente de Argentina todavía está muy presente en el día a día -en los medios, en los debates, en las películas y obras de teatro- de la rica vida cultural de este singular país sudamericano. Desde los 4 años que vivo fuera de Argentina, pero es un país al que siempre he vuelto. Tengo a prácticamente toda la familia aquí y siento lazos culturales y afectivos. Esta visita, no obstante, es diferente. Ya no está mi abuela materna Pilar, ni mi abuelo paterno Abraham y al mismo tiempo van viniendo nuevos familiares. Es la primera vez que llego a Argentina desde el oeste (vía Pacífico y no vía Atlántico) y también es la primera vez que vengo sin prisa (o «sin apuros», como dicen acá). Sin un plan cerrado de vuelta. Quiero ver como me siento en la ciudad en la que nací. Y si puedo visitar algo más. De momento la primera semana ya estuve en la costa, caminando por la playa de Villa Gesell, charlando con Enrique y Aurora, con María y Judith, yendo a pescar con caña desde el muelle de Pinamar y viendo películas argentinas y europeas en el festival de cine Pantalla Pinamar. He estado varias veces con la bobe. Vi a Sandra y a Sebas. A Gastón, Vale, Uli y Elo. A Uri, Caro, Maxi y Emma. A Fernando y Diana. A Giani, que se casó con Malena. Y todavía me falta por ver a un montón de seres queridos. Después del calor húmedo y salvaje de los primeros días, la temperatura ahora está agradable. Hoy hace un año y un mes que me fui de Barcelona, pero el viaje de la vida empezó mucho antes en Buenos Aires y aquí he vuelto, por ahora.
tras un año de viaje, sin familia, toca repostar

tras un año de viaje, sin familia, toca repostar