Viajar en carguero, un lujo austero

el barco carguero CMA CGM Wagner entrando al puerto de Marsaxlokk, Malta

Bueno! He cumplido un sueño: viajar en un barco carguero. Si te gusta el mar, la tranquilidad, los espacios abiertos, navegar, leer, el silencio, el cielo, las puestas de sol, los amaneceres, los cielos estrellados hasta el infinito y descubrir nuevos mundos, hablar con gente especial, compartir experiencias con un equipo de trabajo duro pero apasionante, entonces puede que viajar en carguero tambien sea lo tuyo. Lo que está claro es que es un lujo y que por supuesto tiene sus inconvenientes, que a mi no me molestaron para nada: por ejemplo que tarda un dia en recorrer la misma distancia que un avión devora en una hora o que no hay actividades para los pasajeros. Dios, eso es una bendición!

En primer lugar, te presentan a la tripulación. En mi caso el CMA CGM WAGNER tenía una tripulación mixta compuesta por croatas y filipinos. Encantadores (casi) todos. Te cuentan las cosas básicas de seguridad como en el avión, por dónde salir, qué hacer si suena la alarma… y te llevan a tu camarote, super cómodo como cualquier camarote de crucero o habitación de hotel (con vistas al mar y algo de movimiento).

Se desayuna con los tripulantes a las 7am, se come a las 12hs y se cena a las 6pm, lo que haya hecho el cocinero (que por suerte era muy aceptable), y si uno se queda con hambre o sed puede ir en cualquier momento al comedor y picar lo que quiera: tostadas, queso, embutidos, mermelada, te, agua mineral…

El barco es muy grande y muy estable. Casi no se mueve con las olas. Y se puede pasear por cubierta alrededor de los containers. Ir a proa es una maravilla, ahí no se escuchan los motores: parece que flotes en un velero veloz de esos que dan la vuelta al mundo.

Creo que podría escribir un libro sobre viajar en cargueros, porque no me cabe aquí todo lo que quiero explicar de ellos como la navegacion nocturna, subir al puente de mandos, que te cuenten las nociones básicas de la navegacion mercantil, la vida de los marineros lejos de sus casa y familias durante meses. Un universo poco conocido, para mi nuevo y apasionante. Un lujo austero.